Representantes del sector denuncian que la presión impositiva y el aumento del combustible han vuelto la actividad menos rentable y competitiva. Preparan un nuevo incremento.
Formadores de precios del transporte de cargas, un eslabón fundamental en la economía del país, definen por estos días un nuevo aumento de alrededor del 10% en el servicio, mientras piden bajar la presión tributaria y aseguran que la pérdida de la rentabilidad del sector es imparable.
En un contexto de fuerte desaceleración de la actividad y una marcada suba del dólar, un informe difundido por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) indicó que el gasto para sacar un camión a la ruta acumuló en el primer semestre del año un incremento del 13,3%.
Según el relevamiento, el componente más gravitante en la economía del autotransporte de cargas es el combustible. En julio, tanto en el segmento minorista como en el mayorista del gasoil se registró un aumento del 5,29%, con lo que el valor de ese insumo se ubicó en US$ 1,04 por litro, el segundo más alto de Sudamérica, después de Uruguay. Los lubricantes variaron aún más, un 7,65%.
El presidente de la entidad, Daniel Indart, afirmó a este medio que “se hace insostenible seguir funcionando porque los pagos en los surtidores se debitan en el día, mientras que el cobro o la facturación por ese viaje lo hacemos entre los 60 y 90 días, y en algunos casos, como ocurrió este año y en 2016, hay empresas que están pagando a 120 días”.
La carga tributaria
Para el titular de la Fadeeac, otro de los costos más abultados en el transporte de cargas es el impositivo. “La presión tributaria es el principal tema que venimos trabajando. En nuestra actividad, de cada $100 facturados, $40 se los lleva el Estado como consecuencia de impuestos”, detalló.
Los incrementos se han dado también por fuera de la estructura de los camiones: en lo que va de 2017, los peajes subieron un 39,7%, las patentes, un 35%, el costo financiero debido a las altas tasas de interés del período, un 23,4%, y los lubricantes, un 23,2%.
Indart sostuvo que “las empresas no pueden llevar estos índices a sus tarifas porque como el mercado está muy flojo, el dador de carga que sabe que hay capacidad de bodegas (camiones desocupados) ofrece precios por debajo de lo que correspondería. La necesidad de trabajo, de mantener la estructura de las firmas y los puestos de trabajo, ha generado que las empresas vengan perdiendo rentabilidad”.
Desde la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac) dijeron a Hoy que es inminente un nuevo aumento del servicio. “La última vez que nos juntamos con las cámaras empresarias para hacer una evaluación de costos y tratar el precio del flete fue en febrero. Si calculamos lo que han subido los costos desde entonces, nos está dando que deberíamos subir nuestras tarifas un 10%”, sostuvo Ramón Jatip, presidente de la entidad. El año pasado, el transporte de cargas sufrió un fuerte ajuste en sus costos del 37%.
Círculo vicioso
La falta de competitividad del sector ha generado consecuencias que vuelven aún más negativa la situación. El presidente de la Fadeeac relató: “En cuanto al transporte internacional, hemos perdido más del 50% de las posibilidades de negociaciones con los países limítrofes porque no somos competitivos y eso afecta mucho, ya que los camiones que no salen hacia otros países ofrecen servicios a nivel nacional y, al haber mayor oferta disponible, bajan las tarifas”.
“A veces, cuando escuchamos hablar del costo del transporte sentimos impotencia, porque cuando sucedió lo de las manzanas de Neuquén, que se decía que el precio no se podía bajar porque el valor del traslado era caro, en realidad el costo de la producción por kilo era de $2 y de transporte $0,70, mientras que se terminaba vendiendo en Buenos Aires a $20”, consideró el titular de la Catac.
Los especialistas del sector advierten que la caída en esta actividad tiene consecuencias sobre otros participantes de la economía. Según indicaron, se calcula que cada camión genera, al menos, cinco puestos de trabajo entre talleres mecánicos, gomerías, lonerías, lavaderos y estaciones de servicios.
Costos mensuales de una empresa transportista de cargas con 20 camiones
– $168.288
Contribuciones patronales
– $1.317.664
Salarios
– $140.132
Reposición de cubiertas
– $1.237.050
Combustibles y lubricantes
– $347.769
Peajes
– $311.693
Reposición de camiones
– $429.163
Impuesto al Cheque, patente provincial y municipal, impuesto a los Ingresos Brutos y tasa por comercio e industria.
FUENTE: HOY EN LA NOTICIA (LA PLATA – BUENOS AIRES)