El reciente aumento de los combustibles líquidos, significó para algunos un esperado sinceramiento de precios, para otros en tanto fue un llamado de alerta por su impacto. Mientras el sector minorista vió incrementado el precio en un 11% para las empresas que disponen de instalaciones y logística de abastecimiento el aumento fué de un 27%, lo que es considerado un desequilibrio importante. Este es el presente, pero la incertidumbre mayor es la proyección que esto genera, lo que vendrá. Si el precio de los combustibles necesita más sinceramiento, ¿cómo podrán las empresas prestadoras de los servicios del transporte de cargas ajustar sus facturas? Con valores directamente proporcionales a los incrementos que dispongan las petroleras, independientemente de las tarifas que cobran por sus servicios, ¿ese puede ser un mecanismo de ajuste automático?. En todo caso, será un análisis que tendrá que darse dentro de la institucionalidad del sector. Este es un análisis técnico que la Cámara de Empresarios del Autotransporte de Cargas de Córdoba (CEDAC) ya ha comenzado a trabajar.